Por qué ir a Pula
Los tranquilos complejos hoteleros, ubicados frente al mar, rodean la península situada al sur de la ciudad, donde las playas de piedras, respaldadas por bosques fragantes de pinos, se van convirtiendo en zonas de aguas poco profundas. Explora un poco más y verás que los que salen de su resort reciben una grata sorpresa. La ubicación de la ciudad en la península de Istria la convierte en un lugar ideal desde el que explorar las localidades situadas en las colinas, los parques nacionales y los infravalorados viñedos. No obstante, Pula también cuenta con una historia rica y emocionante que data de la época de los romanos. El primer punto de interés que deberías visitar y que goza de auténtica popularidad es el anfiteatro del siglo I, o el “Arena”, como lo denominan los habitantes del lugar. Si te acercas al puerto, verás la viva imagen del Coliseo de Roma, un monumento majestuoso y bien preservado donde se celebran los habituales conciertos de verano y los festivales de cine. Su atracción más moderna, que compite por el reconocimiento y exhibe la historia más reciente de la ciudad, son los Gigantes Luminosos, un asombroso espectáculo de luces que tiene lugar en uno de los astilleros más antiguos del mundo todavía en activo y en el que se iluminan las grúas con 16.000 luces de diferentes colores todas las noches de verano. Con sus cafeterías tranquilas e ideales para familias, sus archipiélagos de islas cercanas y un calendario estival repleto de festivales de música tradicional, no es de extrañar que la gente acuda en masa a esta pequeña ciudad tan encantadora.