Gracias a su vibrante vida nocturna, su arquitectura ecléctica, su historia fascinante y su ubicación idílica a orillas del río, Belgrado, la capital de Serbia, constituye un destino sensacional para una escapada urbana. Además, es excepcional desde el punto de vista económico, especialmente en lo que respecta a las comidas y bebidas, ya que puedes disfrutar de una pinta de cerveza por poco más de 1 €.
Mayo, junio y julio son meses magníficos para disfrutar de Belgrado, la ciudad de la movida serbia, con temperaturas cálidas y la temporada de festivales en pleno apogeo. A los trasnochadores les encantará esta época del año, en la que los bares y discotecas de la ribera están llenos de vida y se baila hasta bien entradas las cálidas noches.
El mes de abril en Belgrado es también agradable, aunque no tan cálido como en verano, con mucho sol y menos multitudes explorando los lugares de interés. Es el momento en que los parques y jardines se tiñen de verde esmeralda, y hace suficiente calor para sentarse fuera en los bares y cafés frente al río, con menos dificultades, como es natural, para conseguir mesa.
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