Por qué ir a Friedrichshafen
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es el zepelín que ha sobrevolado Friedrichshafen desde que el magnánimo conde Ferdinand Graf von Zeppelin, un antiguo oficial del ejército prusiano, presentó la primera aeronave gigante con forma de puro en el año 1900. Ahora, el museo de la localidad cuenta la historia y muestra algunas cifras impresionantes, incluidas las del Graf Zeppelin, que dio la vuelta al mundo en tan solo 21 días en el año 1929. Si sientes curiosidad, puedes elevarte hasta el cielo en un pequeño zepelín.Sin embargo, en Friedrichshafen hay mucho más que aeronaves monstruosas. Con una modesta población de 59.000 habitantes, esta agradable y tranquila localidad situada a orillas del lago de Constanza cuenta con un florido paseo frente al lago, así como barcas de pedales, una piscina y un bar en la playa que le proporciona un aspecto más veraniego. Cafés y restaurantes inundan la avenida principal, Karlsstrasse, donde podrás probar el felchen local (pescado blanco) y el pinot blanco.Friedrichshafen puede explorarse cómodamente durante todo el año: visita las localidades medievales, los spas, los viñedos y los huertos junto al lago de Constanza. El sendero para bicicletas Bodensee Radweg rodea el lago y atraviesa los tres países que limitan con él: Alemania, Austria y Suiza. También puedes subirte a uno de los diversos barcos que surcan sus aguas. En invierno, las laderas de los Alpes alemanes, suizos y austríacos se encuentran a un paso para que disfrutes de la nieve.