Por qué ir a Islandia
Islandia es una isla pequeña pero fogosa donde la mitología y la magia se funden con la vida moderna de una manera espectacular.
Esta orgullosa república, que no se independizó totalmente de Dinamarca hasta 1944, posee una identidad nacional muy marcada que se refleja en la riqueza y en la naturaleza poética de su historia.
Las frecuentes erupciones volcánicas han moldeado paisajes espectaculares en todas las islas de Islandia, dotándolas de unas vistas naturales inigualables.
En sus orígenes, este imponente territorio, en su mayoría yermo, fue colonizado por los poderosos escandinavos, y su legado se deja ver en prácticamente todos los aspectos de la vida islandesa.
Aunque, en la actualidad, las costas de Islandia están ocupadas por pueblos y ciudades, el centro continúa siendo inhabitable, y sus espectaculares y extrañas vistas siguen atrayendo a artistas y turistas por igual.
La influencia de la lava fundida que circula por debajo de Islandia siempre está cerca, y se deja ver en las numerosas aguas termales, géiseres y charcos de barro burbujeantes que hay por descubrir. El calor de los volcanes contrasta directamente con el clima frío de Islandia, aunque el aire cálido procedente de la corriente del Golfo del Atlántico templa las temperaturas árticas, por lo que el frío no termina de ser del todo incómodo.
Uno de los principales atractivos turísticos es la espectacular aurora boreal. Este conocido espectáculo de luces natural, que a menudo puede presenciarse entre los meses de octubre y marzo, esparce un deslumbrante manto de colores por el cielo nocturno. Aunque la aurora tiene su origen en las partículas que colisionan en la parte alta de la atmósfera terrestre, cuando la veas por primera vez, la ciencia será lo último que pase por tu cabeza.
Los islandeses han domado la fuerza de los volcanes de muchas maneras innovadoras, desde la calefacción hasta la cocina. Para los turistas, una de las mejores maneras de experimentar este control sobre la naturaleza es sumergirse en una de las numerosas piscinas termales naturales que hay por toda la isla.
La geografía de Islandia se refleja en sus habitantes: reservados y tímidos de día, pero con un corazón fogoso y excitable, oculto justo bajo la superficie y preparado para entrar en erupción en cualquier momento. La cultura islandesa está plagada de leyendas escandinavas, en especial las Íslendingasögur o Sagas de los islandeses, que narran las historias de los primeros habitantes de la isla, llenas de aventuras, asesinatos e incluso ogros. Esta sensación de magia nunca ha abandonado del todo Islandia, y muchos de sus habitantes todavía defienden la existencia de criaturas mitológicas, como los elfos.
La capital del país, Reikiavik, es el lugar donde se reúnen la modernidad y el pasado. Su amplia oferta de pubs y bares, que a menudo permanecen abiertos hasta bien entrado el día siguiente, le merece el nombre de capital nocturna del norte. Asimismo, la ciudad también rebosa arte y cultura por los cuatro costados. En los últimos tiempos, de Islandia han salido cantantes de nivel internacional como Björk y Sigur Rós, y su floreciente panorama musical deja entrever que todavía queda mucho por descubrir.
Islandia es un país único y excitante, con una vida nocturna emocionante y paisajes mágicos por explorar que han resistido al paso de miles de años.